La diputada Lorena Villaverde todavía está a tiempo de sumar los votos necesarios para asumir su banca en el Senado de la Nación, pese a la resistencia de la oposición que intenta impugnar su llegada al recinto por presuntos vínculos con el narcotráfico. En ese escenario, el presidente Javier Milei llevó adelante gestiones orientadas a asegurar el respaldo de los gobernadores radicales y garantizar que la rionegrina pueda jurar este viernes.
Los esfuerzos se concentran en desactivar el dictamen no vinculante emitido por la Comisión de Asuntos Constitucionales que cuestionó el diploma de Villaverde. En ese marco, la ministra Patricia Bullrich salió a respaldar a Villaverde al afirmar que “las personas, para ser expulsadas de un cuerpo, o para no entrar, tienen que tener una condena, y no es el caso”.
La definición llegará por mayoría simple entre los senadores con mandato vigente y los que asumirán el 28 de noviembre, en una votación que se prevé ajustada. El peronismo calcula que cuenta con 28 votos propios y aliados, mientras que La Libertad Avanza reúne 19 y trabaja para incorporar el acompañamiento del PRO y de un sector de la UCR,
cuyos gobernadores Alfredo Cornejo y Leandro Zdero son señalados dentro de la Casa Rosada como actores decisivos para inclinar el resultado.
En paralelo, la bancada libertaria trabaja para neutralizar a los radicales que se oponen al pliego, como el pampeano Daniel Kroneberger, y para convencer a un grupo de indecisos integrado por senadores de Santa Fe, Chaco, Neuquén, Misiones, Tucumán y Chubut, cuyos votos podrían inclinar la balanza si optan por la abstención, una herramienta que también reduciría el número necesario para aprobar o rechazar la incorporación de la rionegrina.
El debate en comisión ya había adelantado el escenario de tensión cuando el jefe del interbloque peronista, José Mayans, cuestionó la validez del diploma al sostener que Villaverde “fue sorprendida una vez en Miami comprando dólares” y que tiene “relación directa con el narcotráfico”.
Aunque el radicalismo promete votar dividido, algunos senadores pidieron tiempo para analizar las impugnaciones cruzadas, incluidas las que LLA presentó contra Jorge Capitanich y Martín Soria, mientras otros actores advierten que acompañar al oficialismo podría generar costos políticos en sus provincias, donde ya enfrentan acusaciones de avalar a una dirigente señalada por su presunta cercanía con el empresario Fred Machado.