01.01.2025 / Análisis

Dar batalla cultural: la clave de Milei para aferrarse al poder y erradicar al kirchnerismo de cara a las legislativas 2025

A pesar del brutal ajuste, el Gobierno comienza este nuevo año más que consolidado para enfrentar su primera prueba electoral. Política Argentina dialogó con especialistas para entender la batalla que libran los libertarios contra el kirchnerismo y qué fichas deberá mover la oposición.

por Pilar Rodríguez Farías



 

En su primer año de gestión, Javier Milei armó un escenario que le permite empezar este 2025 tranquilo. El libertario comenzó su plan de brutal ajuste y achicamiento del Estado con despidos, golpes al bolsillo de los trabajadores, sin presupuesto, pero no perdió consenso. Si bien todavía sorprende el apoyo que el Gobierno logra mantener, los “resultados económicos” lo fortalecen para las elecciones legislativas 2025 en las que buscará conquistar bancas para “llenar el Congreso de las ideas de la libertad”. Sin nada que perder en los comicios, la clave de La Libertad Avanza para aferrarse al poder hoy es la misma que al principio: resultados económicos y la batalla cultural contra el kirchnerismo.

El Gobierno tendrá su primera prueba electoral este año, pero la secretaria de la Presidencia, Karina Milei, empezó la “federalización” del partido libertario en diferentes provincias desde el comienzo del 2024. Su gira pasó por Salta, Neuquén, Córdoba, Chaco, Corrientes y Misiones, entre otras, con la misma definición que dio al encabezar el acto de cierre de año de LLA en la Ciudad de Buenos Aires: “Necesitamos llenar el Congreso de diputados y senadores para que puedan lograrse las ideas de la libertad”, decía hace dos semanas frente a su militancia. Y remarcaba algo crucial: “Nos dijeron que este Gobierno duraría un mes. Sin embargo, acá estamos, con un año de gestión y dando la batalla cultural". 

Y es que, sin pudor, el oficialismo se ha cansado de repetir que es necesaria esa batalla cultural en la construcción y consolidación del poder libertario. ¿De qué habla La Libertad Avanza cuando menciona la batalla cultural? ¿Por qué es necesario polarizar con el kirchnerismo? ¿Por qué el discurso anti casta cala y todavía conserva el apoyo de la opinión pública en medio del ajuste? Para comprender la edificación de Javier Milei y el ineludible apoyo de gran parte de la sociedad, Política Argentina diálogo con la magíster en Comunicación e Imagen Institucional y autora del libro “El Arca de Milei”, Valeria Di Croce; y con el sociólogo, cofundador de WAPOR Buenos Aires y especialista en opinión pública, Sebastián Halperín.

DESDE EL COMIENZO, LA BATALLA CULTURAL PARA GENERAR CONSENSO Y CONSTRUIR PODER

 

Durante todo el 2024 el triángulo de hierro logró gestionar con credibilidad en un contexto que, cuando asumieron aquel 10 de diciembre de 2023, parecía adverso. Acompañado por las negociaciones de Karina y la arquitectura comunicacional de Santiago Caputo, Milei gobernó mediante decretos, vetos y con minoría en el Congreso, pero concretó normativas centrales para su plan económico de ajuste y desregulación como la Ley Bases y la Reforma Fiscal, su mega DNU 70/2023 que acompañó Diputados, los vetos al aumento a las jubilaciones y al presupuesto universitario que consiguió blindar con la oposición dialoguista.

Mientras tanto el líder libertario se encargó de recorrer medios, conferencias internacionales y mantener en redes sociales el discurso vehemente y violento que lo llevó a alcanzar la Presidencia. Como el resto de ultraderechas en el mundo, Milei reforzó su batalla contra lo que llama “la agenda socialista” al, por ejemplo, cuestionar la lucha por los derechos humanos, al feminismo, a la ideología de género, al ambientalismo, a la educación pública y manifestarse contra la Agenda 2030 de la ONU. “No avalen la idea de los fallos del mercado, no permitan el avance de la agenda asesina y no se dejen llevar por los cantos de sirena de la justicia social. Vengo de un país que compró esas ideas estúpidas y pasó de estar entre los más ricos del mundo a estar en el lugar 140. No entreguen su libertad, los van a llevar a la miseria”, decía en febrero el Presidente durante la conferencia de la CPAC.

Milei y cada funcionario de su Gobierno dio y da batalla cultural. “Ellos plantearon desde entrada que la nueva derecha que ellos representan tiene que dar primero batalla cultural, después batalla electoral y el tercer paso es ver si pueden sostener el poder”, explicó Valeria Di Croce, autora del libro “El Arca de Milei”, en declaraciones a Política Argentina.

“Te dicen que la batalla cultural se da todos los días, se da todo el tiempo y lo que tienen que lograr es que prime el sentido común”, apuntó la autora. Y es que, en su primer año de gestión, LLA trasladó esa idea intangible de eliminar al otro, que piensa distinto y que fundamentalmente es kirchnerista, en acciones concretas y simples de ver: cambiaron el nombre al Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK) a Centro Cultural Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento, algo similar con el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner que pasó a llamarse Gasoducto Francisco Pascacio Perito Moreno; sacaron los bustos del ex presidente del Salón de las Provincias del Congreso y de las oficinas de la ANSES; descolgaron posters de Evita, cambiaron el nombre del Salón de las Mujeres de la Casa Rosada a "Salón de los Próceres" en el Día Internacional de la Mujer, por nombrar solo algunas de sus medidas por fuera del cierre de Ministerios claves.



La tesis de por qué dar batalla cultural la introduce Agustín Laje, presidente de la Fundación Faro, en su libro La Batalla Cultural: reflexiones críticas para una nueva derecha. “Él va a decir que la derecha cobarde, como llama al macrismo, dio batalla electoral, pero no dio batalla cultural y por eso perdió, porque no pudo sostener las ideas que proponía. Y que el kirchnerismo dio batalla electoral y entendió que tenía que dar batalla cultural, empezó a darla, pero se quedó a mitad de camino”, remarcó Di Croce.

En sí, el divulgador de las ideas libertarias ha dado su definición en palabras simples: "La batalla cultural es una confrontación de tipo política que tiene por objetivo ejercer una influencia determinante sobre los elementos intangibles de una cultura, tales como costumbres, símbolos, historias, normas, tradiciones, creencias". "Es una confrontación política en la medida en que lo que está en juego allí es la configuración de la opinión pública", profundizó Laje en una entrevista con Aladetres.

Esa idea que propone Laje, según explicó la magíster en Comunicación, el Presidente "la traduce en términos económicos". "Milei te va a decir 'si yo salgo a vender algo que nadie quiere, primero tengo que crear la demanda'. Entendieron que sus ideas hace 10 años atrás nadie las hubiera comprado, entonces lo verbalizaron y dijeron ‘tenemos que lograr que la gente esté de acuerdo con que acá no hubo justicia social nunca'. Cuando hablan de dar la batalla cultural hablan de romper con todas aquellas cuestiones que eran sentidos ya instalados socialmente y construyen un escenario en donde ellos son malos, pero lo de enfrente es peor”, remarcó Di Corse.

En diálogo con Política Argentina, Sebastián Halperín consideró que esa erradicación del kirchnerismo que sostiene Milei “es un mandato de sus votantes”. “En eso converge tanto el núcleo duro del mileismo, -ese 30% que sacó las generales y que, por supuesto, lo acompañó en el ballotage- y el votante de Patricia Bullrich. Hay un plafón de denominador común entre ambos sectores que es sacar al kirchnerismo del gobierno y si se puede la historia. En ese sentido, la batalla cultural sintoniza muy bien con esa demanda de ‘garanticemos que esta vez no vuelvan’”. 

MILEI CONSERVA EL APOYO DE LA OPINIÓN PÚBLICA: QUÉ PASÓ CON EL DISCURSO ANTI CASTA

La gran pregunta es cómo en medio del brutal ajuste, los despidos, la caída del salario y de sus acuerdos con la casta, el Gobierno conserva su imagen positiva. ¿Juega la batalla cultural?

 

El especialista en opinión pública Halperín consideró que Milei mantiene su apoyo “por las expectativas y el crédito a los logros obtenidos que no hay que minimizar: bajar la inflación y ordenamiento del gasto público, sobre todo bajo la idea de que este ajuste era inevitable”. El sociólogo también ubica como clave el avance sobre la inseguridad o precisamente “el ordenamiento de la calle” encabezado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con el protocolo antipiquetes: “Esto también aparecía como una demanda postergada el tema ‘no sé si voy a poder llegar a la facultad, a mi trabajo, etc. porque cortaron y nadie me defiende’".

Entonces, ¿por qué no molesta que el ajuste lo paguen los trabajadores y jubilados? de acuerdo a Halperín, “la primera factura que le pasan (a Milei) es que dijo que el ajuste principal lo iba a pagar la casta, pero eso no se traduce en que le quiten el apoyo porque implica un sector muy minoritario y el resto dice ‘una cosa son las promesas de campaña y otra cosa cuando llegas al sillón de Rivadavia’”. “Desde ese pragmatismo dicen ‘logró un montón por un primer año y habrá que ver si lo hace después’.  Hay mucha indulgencia y mucho pragmatismo en esta idea de que en lo sustancial cumplió un montón de sus promesas, lo cual contrasta con el dirigente político tradicional sea el partido que fuese”, analizó.

En ese sentido, señaló que el acompañamiento se da porque “hay un avance, una decisión y firmeza". “Se le pueden cuestionar al Presidente, incluso por buena parte de sus votantes, los modos o la retórica, pero buena parte de la opinión pública suscribe a que justamente gracias a eso es que se pueden lograr ciertas cosas que no hicieron otras experiencias como el caso de Mauricio Macri o de la Rúa, por ejemplo”, consideró Halperín.

Así, está claro que juega la batalla cultural en el apoyo a LLA porque en esos resultados el Gobierno demuestra que no es “la derecha cobarde que no fue a fondo como el macrismo”. Pero ¿qué pasa con los macristas dentro del Gabinete? ¿Por qué funcionarios como Bullrich, el ministro de Desregulación del Estados, Federico Sturzenegger, y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo que integraron el Gobierno de la Alianza y el de Mauricio Macri no son casta?. Como explicó Di Croce en diálogo con este portal, puntualmente esos tres funcionarios “demostraron públicamente autonomía de Mauricio Macri y que, si tienen que ser leales a alguien, va a ser a Javier Milei”.

En ese sentido, la magíster en Comunicación remarcó: “La batalla cultural es un paraguas sobre el que ellos construyen caos. Milei propone caos porque en el caos crece, cuando él deja en claro, en términos sociales, que toda la política es una mierda y el único que se va a salvar del escarnio público es el que se siente con él”. Di Croce recordó que el mandatario “denostó a aquellos que se abrazaban a los sillones y hoy los tiene comiendo de la mano con tal de conservar esos sillones”. “Solo si hacen lo que él les dice no les va a decir que son parte de la casta”, apuntó.

Puntualmente sobre la batalla cultural insistió en que el objetivo es la polarización. "Construyen un escenario en donde ellos son malos, pero lo de enfrente es peor. Entonces vale todo con tal de destruir al de enfrente. Es la construcción básica sobre la que trabajan, que es terrible porque no es política, no es razonable, vos decís ‘no puede ser’ y sí, 'yo soy capaz de abrazarme con Patricia Bullrich, con Toto Caputo y con Sturzenegger y me lo permite mi electorado porque enfrente está Cristina que es el demonio personificado'. Eso lo construyen con batalla cultural, hablando todo el tiempo de la miserabilidades del otro y en el medio hablan bien de ellos", graficó Di Croce y agregó: "Destruir al otro es permanente porque entonces todo es culpa del otro y en esa pelea todo vale, incluso, estar con el tipo que endeudó a la Argentina, que formó parte de la alianza, la que mató personas, no importa porque es más importante la batalla que estás dando”.


LA LIBERTAD AVANZA LLEGA A LAS LEGISLATIVAS 2025 CON "TODO PARA GANAR"

Para Halperín “el Gobierno está en la cresta de la ola” gracias al apoyo creciente de la opinión pública que muestran las encuestas y a los indicadores que “superan las expectativas iniciales de la mayoría de los analistas”: la baja de la inflación, la reducción del gasto público y la baja en los indicadores de pobreza y desempleo. De acuerdo al especialista y profesor de opinión pública, en las legislativas 2025 el oficialismo “tiene todo para ganar, además, porque no pone bancas en juego”.

Hay que recordar que el Gobierno es minoría en el Congreso y en estos comicios solo pone en juego 8 bancas en Diputados y ninguna en el Senado. Según el análisis de Di Croce, “La Libertad Avanza se puede presentar en todos lados y para ellos todo es ganancia porque aún haciendo una mala elección compite con cero, porque no jugaron en el 2021”. “Ellos saben que llevan el caballo ganador y los desesperados son los del PRO porque si Milei baja y juega en todas las provincias le saca votos y ellos son un montón para entrar en las listas”, consideró.

El sociólogo Halperín indicó que “el Gobierno está capitalizando muy bien ese vacío de representación que hay en la vereda de enfrente”. “Cuando vos mirás el armado de la oposición detectas vacío de liderazgo, como decía Cristina Kirchner cuando ella invitaba a tomar el bastón de mariscal dentro del peronismo y nadie lo asumió con el vigor que se había planteado como necesidad. Cuando mirás al PRO y al radicalismo tampoco hay nadie que se recorte como liderazgo y sumado que al interior de cada uno de los espacios al el PRO lo tenés partido en tres y al radicalismo también”.

Sin embargo, el especialista marca “luces amarillas” a las que el Gobierno debe prestarle atención: una respecto a qué podría pasar si “no logra dar un salto cualitativo” en el poder adquisitivo de la gente y otra respecto al rol de la oposición. “Aún con la posibilidad de que LLA pudiera confluir con el PRO en provincia de Buenos Aires, las encuestas dan una situación de gran paridad respecto a una eventual candidatura de Cristina Fernández de Kirchner ¿Cuál podría ser la reacción de los potenciales inversores ante un resultado de esa naturaleza, cuál va a ser el título del diario del lunes si Cristina Kirchner logra imponerse en Provincia de Buenos Aires por ejemplo? Esta película ya la vimos”, advirtió.

¿Y las alianzas electorales? ¿Podría haber un acuerdo electoral de LLA con el PRO? Fue el propio Jorge Macri que el lunes pasado adelantó que en las legislativas el partido amarillo podría “conformar un frente”. Para Valeria Di Croce, “es un error pensar si va a haber o no una alianza con el PRO porque la alianza ya existe”, la magister señaló que la discusión estará en “quiénes por conservar un lugar van a ser capaces de ir en las listas que les proponga La Libertad Avanza”. 

POLARIZACIÓN: EL JUEGO QUE ENTENDIÓ CRISTINA KIRCHNER

El Gobierno de Javier Milei comienza el 2025 más que consolidado, pero con la necesidad de continuar la teoría puesta en práctica. Se podría decir que la clave para La Libertad Avanza, entonces, es mantenerse en la misma dinámica: dar batalla cultural con el objetivo de erradicar el kirchnerismo para que no vuelva al Gobierno. Sin perder de vista ciertas fichas que podrían moverse y desestabilizarlo.

En este juego ¿qué le queda por hacer a la oposición? Con la ex presidenta a la cabeza del Partido Justicialista (PJ), se discute si conviene o no polarizar y adentrarse en la partida de LLA. Para Di Croce “no queda otra que polarizar” porque Milei construyó ese escenario. “Cristina entiende lo que tiene enfrente y por eso también juega, polariza porque ellos eligen polarizar con ella y  es la única que se planta y los pelea. Hay que asumir ese rol, que no quiere decir que eso te lleva a ganar. Ella busca reconstruir el PJ en un contexto donde la política está muy herida y gobierna la antipolítica”, analizó.



De acuerdo a la autora de El Arca de Milei, “la pelea es mucho más grande”. “Al peronismo le falta entender cuál es el verdadero enemigo, ¿Querés pelear tu banca o querés pelear por cómo recuperas el país?”, apuntó.

En ese sentido, Di Croce analizó de cara al futuro: “Si vos tenés la antipolítica en el poder, enfrentas eso con un discurso político, defendiendo la política. Algo que no muchos quieren hacer creyendo que ahora está de moda ser brutal, ser violento y repetir eso para ganar votos. El que va a ganar votos así va a ser él, porque ¿por qué comprarías una segunda marca? ¿Por qué comprarías a alguien que imita?. Va a ganar el que entienda que es con más política, con más organización, defendiendo eso que él ataca”.