El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, tomó la decisión de intervenir el Instituto de Obra Social de la provincia (IOSPER), en medio de una creciente crisis financiera y problemas de gestión que han afectado al organismo durante los últimos meses. La intervención se produce en un contexto particularmente tenso, donde el escándalo por la detención del senador Kueider en Paraguay, acusado de poseer 200 mil dólares ocultos, sigue siendo un tema de debate en el Senado.
Hay que señalar ademas que la vicepresidenta Victoria Villarruel, en un gesto de fuerte confrontación política, convocó a una sesión para discutir la expulsión o suspensión de Kueider, y reveló que intentó incluir en la discusión la exclusión de Oscar Parrilli, acusado de "traición a la Patria", aunque no logró consenso.
El Instituto de Obra Social, que brinda servicios a casi 300 mil empleados estatales y sus familias, atraviesa una difícil situación económica, con un déficit mensual de aproximadamente 2 mil millones de pesos.
"Rogelio está para romper todos estos curros. No quedó otra que la intervención", explicaron fuentes cercanas al gobernador Infobae. A pesar de los esfuerzos previos por parte de las autoridades para corregir el rumbo del IOSPER, como la solicitud de una auditoría interna, la situación no mejoró, lo que llevó a la intervención oficial.
En cuanto a la administración del IOSPER, la intervención será encabezada por
Mariano Gallegos, abogado con experiencia en el sector de salud y ex vicepresidente de la obra social de la Ciudad de Buenos Aires. Gallegos será acompañado por Marina Alegre, una profesional de la salud que tiene vínculos con el sindicato UPCN, el cual ha solicitado ser parte del proceso de intervención a través de una comisión con participación gremial.
"Valoramos y honramos a nuestra obra social, que es la obra social de un gran número de entrerrianos", indicó el sindicato, que también expresó su compromiso de trabajar junto al nuevo interventor para "optimizar la obra social".
La polémica por el caso Kueider sigue sacudiendo el ambiente político, con la vicepresidente Villarruel buscando un consenso en el Senado para tomar decisiones drásticas.
En Entre Rios, la situación de IOSPER y el escándalo de Kueider son solo una muestra de los desafíos que enfrenta el gobierno de Frigerio, quien se ve presionado no solo por cuestiones económicas, sino también por una compleja lucha política interna, donde la falta de consenso en torno a la expulsión de figuras clave como Parrilli y Kueider podría generar aún más tensiones.