Athletico Paranaense, uno de los clubes más exitosos de Brasil en la última década, vivió un vertiginoso descenso desde su participación en la final de la Copa Libertadores 2022 hasta su descenso a la Serie B en diciembre de 2024. El equipo de Curitiba experimentó una transformación drástica que culminó en este trágico resultado.
Cabe señalar que en 2022, el Paranaense, dirigido por Lucho González, alcanzó su máximo nivel al jugar la final de la Copa Libertadores, donde estuvo a un paso de conseguir su primer título continental, pero terminó subcampeón. Ese mismo año, el club se transformó en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), un cambio que generó tanto expectativas como controversias. La SAD permite que empresas privadas tomen el control del club y de su gestión deportiva y económica, un modelo que ha sido adoptado por algunos clubes brasileños debido a las dificultades financieras, pero que también ha sido criticado por poner en peligro la identidad de los equipos tradicionales.
En los años previos, consiguió varios títulos importantes. Fue campeón de la Copa Sudamericana en 2018 y 2021, campeón de la J League en 2019 y de la Recopa Sudamericana en 2019 y 2022, y obtuvo el Campeonato Paranaense en múltiples ocasiones (2018, 2019, 2020, 2023, y 2024). Sin embargo, la realidad económica de los clubes brasileños es compleja. La deuda total de los clubes de Brasil ronda los 2000 millones de dólares, un problema que afecta incluso a gigantes como Flamengo. Para aliviar esta carga, muchos clubes han optado por convertirse en sociedades anónimas, buscando inversión privada para mejorar su situación financiera y deportiva.
En el caso de Athletico Paranaense, la implementación de la SAD no logró evitar la caída en el rendimiento deportivo del equipo. En diciembre de 2024, el equipo perdió 1-0 ante Atlético Mineiro y, con la combinación de otras derrotas, descendió a la Serie B, a solo dos años de haber jugado la final de la Copa Libertadores.