La rosca en Matheu está que arde. Se habla de la inminente vuelta de Alberto Fernández al país, quien tiene en mente mostrar con un acto el cargo de la presidencia del Partido Justicialista (PJ). Sin embargo, los gobernadores peronistas no están dispuestos a permitirlo y ya están moviendo sus piezas para destituirlo de su cargo antes de que pueda siquiera pisar suelo argentino.
De acuerdo a LPO, desde el entorno de un influyente gobernador que sugiere la posibilidad de lanzar una solicitada pública exigiendo que las autoridades del partido sean elegidas mediante elecciones internas y el voto directo de los afiliados, marcando así un quiebre con la práctica del dedazo que ha caracterizado al PJ en el pasado.
Según el artículo de Pablo Dieperri, la destitución de Fernández podría ser inmediata. De acuerdo a fuentes cercanas a las negociaciones, se está considerando removerlo de su cargo como presidente del partido de manera urgente y establecer en su lugar una Comisión de Acción Política que asuma la conducción del PJ durante el proceso de normalización. Esta comisión podría estar conformada por representantes del Frente Renovador de Sergio Massa, del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y de la Confederación General del Trabajo (CGT).
Cabe señalar que, siempre según LPO, la estrategia para remover a Fernández se ha discutido en las últimas semanas, pero ha cobrado urgencia con la noticia de su retorno, lo que ha sido interpretado como un intento por adelantarse a cualquier movimiento que él pueda realizar para consolidar su posición en el partido. La premura es tal que, según fuentes cercanas a Fernández, este planea convocar al PJ apenas llegue el viernes, una acción que ha acelerado aún más los planes de los gobernadores peronistas.