20.02.2024 / OBRAS SOCIALES

Qué dice el DNU que "desregula" las obras sociales, la postura de la CGT y cómo afectaría a los trabajadores

La CGT ya analiza el borrador del decreto que tiene casi listo el Gobierno para desregular las obras sociales. Javier Milei quiere que el convenio con empresas privadas o públicas quede sujeta a lo que acuerden las partes.




El Gobierno anunció este lunes que en las próximas horas se reglamentará el capítulo del mega decreto de necesidad y urgencias que establece la desregulación de las obras sociales. Desde la Casa Rosada adelantaron que los trabajadores tendrán la libertad de derivar sus aportes a la obra social o prepaga que elijan desde el inicio de la contratación, sin necesidad de esperar un año en la obra social de origen. Ese será el principal cambio de la norma, pero el trasfondo es una pelea fuerte entre los sindicatos y las empresas de medicina prepaga.

"Los trabajadores tendrán la libertad de derivar sus aportes a la obra social que elijan desde el inicio de la contratación", anunció Manuel Adorni este lunes en su habitual conferencia en Casa Rosada. Sin embargo, el borrador de la norma amenaza con abrir un escenario de conflicto con las prepagas a raíz de que establece la obligatoriedad de que las firmas aporten un 20 % de las cuotas que cobran a sus clientes al Fondo Solidario de Redistribución (FSR) que financia el funcionamiento del sistema.

LA POSICIÓN DE LA CGT

Por su parte, la CGT ya analiza el borrador del decreto que tiene casi listo el Gobierno para desregular las obras sociales. Javier Milei quiere que el convenio con empresas privadas o públicas quede sujeta a lo que acuerden las partes. La central obrera salió a responder y le hizo un reclamo a las prepagas.

Los voceros que se eligieron para responder tras el anuncio fueron el secretario general de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, y el secretario de Prensa de la CGT, Jorge Sola. Este lunes por la mañana se adelantó el vocero presidencial, Manuel Adorni, y confirmó el decreto del Gobierno.

Lingeri dijo que "la pelota está del lado de las prepagas, no es problema de las obras sociales". ¿Qué propuso? "Para que un trabajador pueda afiliarse a la prepaga, esta prepaga se tiene que inscribir en la Superintendencia de Salud y tendrá que aportar el 20% de la cuota que perciban de cada trabajador y eso va al Fondo Solidario de Redistribución", expresó en declaraciones radiales.

El Gobierno y la CGT se encuentran en plena tensión. La central sindical le hizo a Milei el paro general más rápido de la historia para un Presidente argentino. Una medida a la velocidad de las medidas del libertario. Habían pasado 45 días. El pico máximo de tensión se vivió el jueves tras el fracaso de la reunión con el Gobierno por el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM). Desde la CGT afirman que fue "el único contacto que tuvieron con gente del Gobierno desde que asumió Milei".

De hecho para este DNU que prepara el Gobierno sobre las obras sociales no hubo ningún puente ni consulta con la central obrera. "No nos llamó nadie ni hablamos con nadie, no tenemos diálogo con este gobierno. Hemos hecho intentos institucionales para advertirle qué vemos de problemático o sugerir soluciones pero nada", dijo Sola en diálogo con Futurock.

Sola afirmó también que "las obras sociales no son la caja de los sindicatos" y aclaró que "en realidad funcionan subsidiadas por los aportes de los gremios para que puedan cubrir todas las prestaciones de salud".

EL ROL DE LAS OBRAS SOCIALES

Las obras sociales ocupan un lugar central en el sistema de salud de la Argentina. En la actualidad, alrededor de un tercio de las personas se atienden en el sector público, las prepagas atienden entre un siete y un 10 %, y las obras sociales nacionales y provinciales y el PAMI cubren casi al 60 % de la población. Se financian principalmente con los aportes de los trabajadores y empleadores. Cada trabajador en relación de dependencia aporta automáticamente un tres % de su sueldo para financiar su obra social y su empleador aporta otro cinco %. De ese total, entre un 80 y un 85 % (dependiendo de los ingresos del trabajador) se destina a la obra social para la prestación del servicio y el restante 15 o 20 % se destina al FSR.

Este fondeo tiene como objetivo principal el reintegro de dinero a las obras sociales por tratamientos complejos y costosos a través del Sistema Único de Reembolsos (SUR). Además, se encarga de subsidiar a las obras sociales más pobres para que puedan cumplir con el Programa Médico Obligatorio (PMO) que establece el Ministerio de Salud.  También atiende los gastos administrativos de la Superintendencia, subsidia a beneficiarios cuyos aportes no llegan al mínimo necesario a través del Subsidio Automático Nominativo de Obras Sociales (SANO). El monto para determinar el aporte mínimo del SANO se mantuvo fijo durante varios años, a pesar de la inflación, por lo que ningún afiliado quedaba debajo del mínimo y en la práctica no se repartían fondos a través de ese sistema.

Según el último censo, más de 25 millones de personas acceden al sistema de salud a través de las obras sociales. Los afiliados son los trabajadores en relación de dependencia, jubilados y pensionados, autónomos, personas sin cobertura médico-asistencial, quienes se incorporan al seguro de salud mediante convenios de adhesión, monotributistas, personal del servicio doméstico, pasantes o voluntarios. Tanto las empresas de prepaga como las obras sociales deben prestar atención médica, internación y descuentos en medicamentos, garantizando una cobertura mínima y obligatoria que está enumerada en el PMO.

Mientras las prepagas funcionan como empresas de asistencia de salud para clientes que abonan cuotas personales proporcionales al volumen de servicios que reciben, las obras sociales tienen por ley una constitución solidaria y una equidad en la distribución de las prestaciones. Las obras sociales están establecidas en un sistema solidario donde los beneficiarios aportan a un “fondo común” administrado por los mismos trabajadores a través de organizaciones sindicales.

Se financian con los aportes de los trabajadores y de los empleadores. A cada trabajador en relación de dependencia se le descuenta un tres % de su sueldo para financiar su obra social y el empleador aporta otro seis %. Quienes tienen altos salarios y los de los salarios más bajos obtienen como contraprestación una asistencia idéntica, sin discriminación, gracias a la propia solidaridad del sistema. Todos aportan cada mes y el financiamiento para cada prestación está disponible para quien la necesite siempre.

La ley 23.661 determina que es “objetivo fundamental proveer al otorgamiento de prestaciones de salud igualitarias, integrales y humanizadas, tendientes a la promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud, que respondan al mejor nivel de calidad disponible y garanticen a los beneficiarios la obtención del mejor tipo y nivel de prestaciones eliminando toda forma de discriminación en base a un criterio de justicia distributiva”.

El trabajador, a través de las obras sociales, en los hechos, obtiene cobertura total, al igual que la que obtiene un socio de una entidad de medicina prepaga. En cuanto al PMO, si bien es un piso de prestaciones básicas, cabe destacar que, cuanto más compleja es la enfermedad, más amplia es la cobertura médica incluida. Por ejemplo, una internación, una cirugía o un tratamiento oncológico tienen cobertura al 100 %. También discapacidad y enfermedades crónicas complejas.