02.12.2025 / MANIOBRA

Las reservas suben sin dólares: el pago del Bopreal dejó al descubierto el uso de encajes para cubrir deuda

El Banco Central afrontó un vencimiento de más de USD 1.000 millones con fondos que permanecen dentro del sistema financiero, dejando en evidencia que la suba de reservas brutas responde a movimientos contables y no a la llegada de divisas genuinas.





El Banco Central desembolsó el lunes más de USD 1.000 millones para cancelar un vencimiento del Bopreal y, lejos de reforzar su posición externa, expuso que la mejora en las reservas brutas provino del uso de encajes bancarios, ya que solo el 6,4% del pago salió del país, mientras que el resto quedó inmovilizado en el sistema, maniobra que analistas describieron como una reasignación de dólares ajenos y no como acumulación propia.

La operación implicó que, pese al pago, las reservas brutas subieran hasta los USD 41.776 millones por los movimientos habituales de los bancos a inicio de mes, aunque las netas continúan hundidas en terreno negativo por más de USD 16.000 millones, un rojo explicado por los compromisos con el FMI, el swap con China y la ausencia de divisas disponibles de libre uso.

En el mercado señalan que este cuadro vuelve a exhibir la urgencia por recomponer reservas genuinas, algo que organismos internacionales presionan para que Milei acelere y que, aseguran, podría acercar el riesgo país a niveles previos a la última crisis de confianza.

La fragilidad también se vincula al récord de depósitos en dólares del sector privado, que superaron los USD 35.100 millones en octubre por la dolarización preelectoral y las colocaciones corporativas, fondos que se transformaron en el colchón sobre el que el Central apoya buena parte de su contabilidad.

A esto se suma que distintas normativas permiten que algunas emisiones de deuda privada no se liquiden inmediatamente en el mercado de cambios, generando un “descanso” temporal de esos dólares dentro del sistema y ampliando el margen para que el BCRA los contabilice como encaje.

La pregunta que empieza a generar desconfianza entre los expertos en economía es hasta dónde puede estirarse esta maniobra, si existe un límite operativo o político para continuar usando encajes para cubrir vencimientos y cuál sería el impacto si la confianza en los depósitos se retrajera.