
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, publicó esta mañana un post que, al contrario de la publinota que ordenó hacer en algunos medios, es todo menos "habitual" en su agenda: con una gráfica estilo Blackfriday o Cybermonda, le avisó a sus seguidores que se terminó la “edición limitada” del DNI con su firma.
"DNI: BULLRICH VERSION. EDICIÓN LIMITADA. SIN STOCK", empieza el copy del posteo que la senadora nacional electa por la Ciudad de Buenos Aires puso en su cuenta de Instagram.
Y termina: "Si la última semana te hiciste un DNI nuevo, lo vas a tener firmado por mí. Cuidalo, no lo pierdas. Es una edición limitadísima. Ahora le toca al Colo".
La insólita ocurrencia, que sucede en momentos en que siguen las manifestaciones de los jubilados que la ministra llena de policías que cada tanto los reprimen, entre otras cosas, tiene una explicación que, más bien, muestra los volantazos electorales y políticos del gobierno de Javier Milei.
El 11 de noviembre, el Gobierno publicó un decreto que instrumentaba un traspaso de funciones entre distintos ministerios. Entre los cambios, el Poder Ejecutivo había dispuesto el traspaso del Registro Nacional de las Personas (RENAPER), que siempre estuvo bajo el control del Ministerio del Interior, a la órbita del Ministerio de Seguridad.
O sea, le sacaba esa caja al flamante ministro del Interior, Diego Santilli, que se sumaba al ejecutivo libertario después de ser candidato testimonial a diputado nacional por PBA, ya no como dirigente PRO sino en las filas de La Libertad Avanza.
Por eso, la decisión generó una discusión interna en el Gobierno.
Política Argentina lo contó acá . Al “Colo” Santilli le molestó que le recorten sus atribuciones pocas horas después de haber asumido el cargo, encima luego de pegar el salto de "amarillo" a "violeta" y no conformes con eso, convertirlo en candidato testimonial bajo un argumento desopilante.
Además, hubo gremios que recordaron que la última vez que el control de los datos de las personas estuvo vinculado a los organismos de seguridad fue durante la Dictadura, lapso durante el cual se cometieron atrocidades con actas de nacimiento y registros públicos.
El Gobierno reconoció rápidamente el error y este lunes se publicó el decreto que retrotrae esa transmisión de facultades. De ahí, el chiste de Bullrich. Los documentos con su firma duraron pocos días, apenas una semana, mientras estuvo vigente el primer decreto de organización ministerial.