La fiscalía de la UFI N.º 1 de Ezeiza ordenó el inicio de los peritajes en el Polígono Industrial de Spegazzini tras el incendio y la explosión que arrasaron el predio entre el viernes y el fin de semana. Con el ingreso autorizado, los especialistas comenzaron a trabajar para determinar las causas del siniestro que devastó 21 empresas y dejó pérdidas millonarias, a partir del análisis de la zona de impacto.
La investigación apunta a determinar si la explosión respondió a un accidente, a una falla humana o si existió algún mecanismo intencional. Los expertos evaluarán huellas térmicas, patrones de daño y posibles trazas de acelerantes. En paralelo, según indicó el intendente Gastón Granados, la planta de Iron Mountain es de las más afectadas, puesto que “se quemó por completo”.
Las primeras hipótesis se centran en un depósito de la firma Logischem, donde vecinos señalaron que se registró la explosión inicial. Sin embargo, dicha versión todavía carece de respaldo técnico y será contrastada con cámaras de seguridad y los informes de bomberos.
El operativo de contención movilizó a más de 50 dotaciones de bomberos de diez distritos, junto a equipos de la Policía Federal, el Ministerio de Seguridad bonaerense, la Cruz Roja y Defensa Civil. Durante 36 horas se combatió el incendio que alcanzó depósitos de compañías como Larroca Minera, Almacén de Frío, Aditivos Alimentarios y Sinteplast, provocando destrucciones totales y al menos 25 heridos.
Empresarios de la zona describieron el impacto estructural de la explosión. Incluso, vecinos y testigos aseguran que la onda expansiva “voló todas las ventanas” y desplazó un portón de varias toneladas. Mientras avanza la investigación judicial, los propietarios comenzaron a evaluar daños y reconstrucción en un predio que, tras la destrucción, “parece una zona de guerra”.