El viaje de Javier Milei a Miami para participar del American Business Forum tiene un trasfondo más financiero que político, puesto que el titular del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, busca destrabar un millonario rescate para la Argentina. A través del Exchange Stabilization Fund (ESF), el funcionario impulsa un paquete de hasta u$s20.000 millones destinado a reforzar las reservas del Banco Central y contener la volatilidad cambiaria, en medio de la pulseada entre el FMI y los bancos de Wall Street por las condiciones del financiamiento.
Detrás del anuncio, sin embargo, crece la tensión entre los bancos privados y el Fondo Monetario Internacional. Wall Street presiona por prioridad en los pagos en caso de default, lo que pondría al FMI, acreedor por u$s60.000 millones, en un segundo plano. Ese conflicto por las garantías sería el principal obstáculo para que se destrabe el crédito privado que Milei busca asegurar durante su gira.
Fuentes cercanas a las negociaciones señalan que el consorcio bancario, encabezado por J.P. Morgan, exige requisitos como las reservas del Banco Central y ofrece tasas del 7% al 9%. Desde el organismo que dirige Kristalina Georgieva rechazan cualquier acuerdo que diluya su rol de acreedor preferencial y advierten que “sin acumulación genuina de reservas y sin reformas fiscales, no habrá nuevos desembolsos".
El escenario se complica por la inminente suba del riesgo país y la falta de definiciones sobre el tipo de cambio. Expertos en el tema analizan que, el propio Bessent deberá mediar entre las exigencias de los bancos y las condiciones del Fondo. En ese equilibrio, se define si el paquete financiero se concreta o vuelve a postergarse.