La situación judicial del ex senador Edgardo Kueider se vuelve cada vez más compleja conforme avanzan las distintas causas en las que se lo investiga por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y corrupción.
El viernes pasado la jueza Sandra Arroyo Salgado ordenó el allanamiento del despacho del senador que se encuentra con prisión domiciliaria en Asunción tras intentar ingresar a Paraguay con u$s200 mil sin declarar. Este hecho motivó que Kueider fuera expulsado del cuerpo por amplia mayoría en una acción que abrió una serie de interrogantes por la validez de la sesión.
Lo cierto es que el senador aliado al gobierno de Javier Milei tiene varias causas en su haber. Así, las fuerzas de seguridad fueron a la calle Ercilla 6288 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde supuestamente funciona la empresa Bertail donde, en su lugar, encontraron una propiedad en venta; también fueron a un edificio ubicado en Cerrito al 1320 donde en teoría funcionaba Edekom, pero nadie conocía a la firma, por último fueron a Combate de los Pozos al 162 donde debía funcionar Iceler, pero la respuesta también fue negativa. La justicia también investiga dos departamentos, uno a nombre de un hijo de Kueider y otro a nombre de un socio, que podrían ser utilizados por el senador para ocultar su patrimonio.
Por su parte, la Inspección General de Justicia sigue la pista de distintos familiares y conocidos que auspiciarían de "prestanombres" del senador. Allí figuran Liliana Di Lello, actual pareja de Kueider; Emilse Kueider, Facundo Kueider, Haidar Kueider, Augusto Kueider, hijos del exsenador; Clara Capell Florines, ex esposa; Iara Guinsel Costa, secretaria; Javier Rubel y Daniel González, socios.
DOCUMENTACIÓN, DECLARACIONES JURADAS, PROPIEDADES
Asimismo, el fiscal José Emiliano Arias, de Concordia, accedió a documentación que confirma que la firma Betail, de la que Keuider es dueño en un 50%, adquirió las unidades 13 “A”, 6 “D” y 6 “E” del complejo “Live”. A pedido de los investigadores, la empresa “CDS”, el fideicomiso que construyó el edificio, entregó los boletos de compra venta de los departamentos en cuestión y allí se confirmó que la firma de Kueider adquirió las unidades.
Los documentos de compraventa se confeccionaron en agosto de 2021 por los siguientes montos: en el boleto correspondiente al 13 “A” se colocó un valor de $10.000.000 que al tipo de cambio de ese momento equivalían a unos U$S60.000 (el valor actual de esa unidad oscila los U$S320 mil), mientras que para las unidades 6 “D” y “E” se estableció un valor de $6.000.000 y $4.000.000, respectivamente.
El exsenador Kueider adeuda las declaraciones juradas de los años 2022 y 2023, por lo que nunca informó ninguno de estos departamentos. De febrero a agosto, las expensas de estas tres unidades, y las de dos cocheras, se emitieron en favor de Betail, pero luego de que los medios de comunicación locales comenzaron a investigar el patrimonio de Keuider, se emitieron en favor de Iara Gilsen Costa, la exsecretaria privada de Keuider, también detenida en Paraguay. La mujer dijo ser la dueña de los 200 mil dólares con los que ambos fueron arrestados.
La Justicia buscó la escritura de las propiedades, pero el fideicomiso aún no está finalizado por lo que ni la Administradora Tributaria de Entre Ríos ni el Registro Público de la Propiedad de esa provincia le pudieron confirmar al fiscal Arias a quién pertenece la titularidad de las viviendas. De cualquier modo, al acceder a los boletos de compraventa, el fiscal reunió la información para confirmar la hipótesis inicial: las unidades son de la firma de Kuider.
El valor declarado en los boletos dista mucho del precio de mercado de estas unidades. El 13 “A” se vende a unos 320 mil dólares mientras que las unidades del sexto piso rondan los U$S150.000. Para la Justicia, Kueider podría tener problemas para explicar de dónde obtuvo ese dinero, ya que según su última declaración jurada dijo que tenía solo U$S8500 en efectivo.
La firma Betail es una empresa fundada en 2018 a la que Kueider ingresó el 16 de diciembre de 2019. La firma se dedica a la comercialización de ganado, pero no tendría actividad real. El otro 50% de la empresa pertenece a Rodolfo Daniel González, socio de Kueider en Betail y el dueño de la camioneta Chevrolet con la que fueron detenidos en Paraguay, al intentar ingresar con el dinero sin justificar.