Los dirigentes de las 62 Organizaciones Peronistas lograron reunir a figuras clave de la CGT como Hugo Moyano, Héctor Daer y Gerardo Martínez para mostrar que, a pesar de las tensiones internas, la unidad sindical sigue siendo una prioridad, especialmente después de la salida de Pablo Moyano de la conducción de la central sindical. El gesto de unidad se produjo en un contexto de desafíos tanto para la CGT como para el peronismo, con el desafío de enfrentar la creciente popularidad de Javier Milei y la continuidad de la influencia de Cristina Fernández dentro del Partido Justicialista.
"El taxista José Ibarra y Julio Estévez (h), de los jerárquicos de la ex AFIP, prestaron sus consejos y la oficina principal del brazo político del mundo sindical, las 62 Organizaciones Peronistas, para que Héctor Daer y Hugo Moyano alcanzaran un nuevo acuerdo que dejará a la CGT unidad", dice la nota de NA.
De acuerdo a un artículo de la Agencia Noticias Argentinas, la salida de Pablo Moyano de la CGT, tras intentar forzar una convocatoria a paro nacional contra el gobierno de Milei, había generado tensiones, especialmente por las negociaciones paritarias del gremio de Camioneros, que no siempre fueron respaldadas por la Secretaría de Trabajo. Sin embargo, Hugo Moyano y Héctor Daer, tras una conversación de una hora y media, acordaron priorizar la unidad para enfrentar los retos políticos y sociales de la Argentina.
Ambos dirigentes coincidieron en la necesidad de mantener el foco en los intereses del movimiento sindical y el peronismo, con una defensa del pueblo trabajador organizado como su fundamento. En cuanto a la popularidad de Javier Milei, Héctor Daer expresó su sorpresa por el apoyo que recibe el presidente, aunque reconoció que parte de su éxito proviene del descontento popular con el gobierno de los Fernández.
Por su parte, Hugo Moyano advirtió que el gobierno cometería un error - de acuerdo a NA - si intentara eliminar los derechos laborales mediante una reforma laboral, destacando que los sindicatos están trabajando en una estrategia para enfrentar los desafíos políticos y económicos, con la convicción de que la solución vendrá a través de las urnas.