18.08.2024 / CORTE SUPREMA

El Gobierno quiere enfriar tensiones para asegurar votos la negociación por los pliegos del juez Lijo en la Corte Suprema

El proceso se complica debido a las críticas internas dentro del bloque de La Libertad Avanza, especialmente hacia la figura del juez Lijo. La vicepresidenta Victoria Villarruel y el expresidente Mauricio Macri manifestaron reservas sobre su designación. Qué pasaría con la oposición.





En un momento crucial para la administración de Javier Milei, el Gobierno está intensificando sus esfuerzos para garantizar la aprobación de los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para la Corte Suprema de Justicia. Mientras se acerca la fecha de las audiencias públicas, que comenzarán el 21 de agosto con la exposición de Lijo y continuarán una semana después con García Mansilla, la Casa Rosada está buscando desesperadamente el apoyo del bloque de Unión por la Patria, liderado por la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner.

El viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, junto con el asesor presidencial Santiago Caputo, está a cargo de las negociaciones que podrían definir el futuro de la Corte Suprema. La administración libertaria ha manifestado su deseo de establecer una reunión directa con Cristina Kirchner, quien posee una influencia significativa con sus 16 senadores. "La señora tiene a 16 senadores. Nos gustaría poder sentarnos a conversar y ver qué van a hacer con los votos”, declaró una fuente cercana al proceso.

A pesar de la existencia de diálogo con dirigentes del entorno de Kirchner, el Gobierno considera esencial consolidar una comunicación directa con la exmandataria para garantizar los votos necesarios. El plan es tratar los pliegos en la Cámara de Senadores durante el mes de septiembre, lo que ha elevado la importancia de establecer una línea directa con todos los sectores relevantes. Un funcionario oficialista comentó, “Vamos a hablar con todos los senadores. Con todos. Es una carrera larga que no se define ahora. Hay que prestar atención a las audiencias también”.

El proceso se complica debido a las críticas internas dentro del bloque de La Libertad Avanza, especialmente hacia la figura del juez Lijo. La vicepresidenta Victoria Villarruel y el expresidente Mauricio Macri han manifestado reservas sobre su designación, lo que añade una capa de complejidad a la situación. Macri, en particular, ha calificado la elección de Lijo como un “error”, argumentando que su nombramiento podría dañar la confianza pública en la Justicia, algo crucial para el restablecimiento de la estabilidad económica.

Mientras tanto, el Ejecutivo parece enfocado en asegurar los votos necesarios a través de todas las alianzas posibles, sin prestar demasiada atención a las críticas de los opositores. La estrategia es clara: obtener el respaldo de los senadores clave y evitar una división interna que podría poner en riesgo la aprobación de ambos pliegos. En este contexto, la reunión con Cristina Kirchner se presenta como una oportunidad crucial para consolidar el apoyo necesario y avanzar en la conformación de una Corte Suprema acorde con los intereses del Gobierno.