En un proceso electoral con fuertes tensiones, Omar De Marchi logró obtener la conducción del PRO en Mendoza, venciendo a la vicegobernadora Hebe Casado, quien contaba con el respaldo del gobernador Alfredo Cornejo. La lista liderada por el diputado provincial Gabriel Pradines, respaldada por De Marchi, obtuvo casi el 53% de los votos en una elección que contó con cerca de 4500 votantes, aunque con bajo entusiasmo popular.
Hebe Casado no reconoce los resultados y ha anunciado que impugnará la elección ante la justicia, denunciando múltiples irregularidades. Según LPO, acusó al uso del aparato político en Luján de Cuyo, gobernada por De Marchi, donde afirma que empleados municipales fueron obligados a votar.
También señala la intervención activa de intendentes radicales aliados a Cornejo, quienes habrían presionado a empleados municipales para apoyar a su candidata.
Por su parte, desde el equipo de De Marchi se refutan estas acusaciones, calificando la situación de "escandalosa" debido al presunto uso indebido del aparato político por parte del radicalismo. Gabriel Pradines mencionó haber presenciado personalmente cómo intendentes ejercían presión sobre los empleados municipales para influir en la votación.