La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lanzó una crítica contundente hacia la actuación de la Justicia en el caso del reparto de alimentos almacenados en Tucumán y el Conurbano Bonaerense, calificando la intervención judicial como una incursión indebida en las labores propias del Estado. En sus declaraciones, Bullrich expresó su desconcierto ante la decisión judicial de supervisar el reparto de alimentos, cuestionando la competencia del Poder Judicial para intervenir en este ámbito.
Bullrich atribuyó esta situación a lo que ella denominó una "contraofensiva" impulsada por supuestos movimientos sociales falsos, que habrían difundido información errónea sobre la calidad de los alimentos almacenados. Según la ministra, estos grupos habrían desvirtuado la situación para desacreditar la gestión oficial.
"La Justicia lo que debe hacer es supervisar si lo que se compró y lo que está es correcto. ¿Qué sabe cómo se reparten los alimentos la Justicia? Nos hicieron salir de urgencia, uno puede cometer un error, meter la pata, ser injusto. Llegar a una zona y nos pueden tomar un camión. No se hacen las cosas así porque la Justicia te obliga", desarrolló.
En relación con los fallos del juez Sebastián Casanello, Bullrich expresó su desaprobación, sugiriendo que el magistrado carecía de conocimiento sobre cómo se distribuyen los alimentos. En este sentido, cuestionó la imparcialidad del juez, recordando que recientemente había procesado a gerentes por presunto desvío de alimentos y, paradójicamente, luego ordenó su distribución.
Además de sus críticas a la Justicia, Bullrich emitió una advertencia firme dirigida a los opositores que planean manifestarse contra la Ley Bases en el Congreso Nacional. Enfatizó que cualquier intento de utilizar la violencia sería reprimido con contundencia por parte de las fuerzas de seguridad.
Por último, Bullrich expresó su respaldo al Gobierno de Javier Milei, destacando su confianza en el camino de cambio adoptado y advirtiendo que aquellos que se oponen a este modelo lo hacen por intereses económicos personales. En sus palabras, el Gobierno seguirá adelante con el apoyo popular, a pesar de las resistencias que puedan surgir.
“Vamos hacia un país sin déficit, con superávit y sin inflación (...) A algunos no les gustará este camino de cambio porque les toca los bolsillos”, subrayó.