La votación en Diputados que llevó al aumento de las jubilaciones y modificó la fórmula de movilidad no solo marcó un hito en el rumbo legislativo, sino que también dejó al presidenteJavier Milei enfrentando una complicada realidad política. La pérdida de aliados podría hacer que el gobierno no pueda sostener un eventual veto presidencial.
Entre las ausencias destacadas, la libertaria Rocío Bonacci, en un viaje relacionado con la observación de los comicios europeos, se sumó a la lista. Sin embargo, la verdadera preocupación reside en las 13 ausencias de aliados que La Libertad Avanza (LLA) ha experimentado este año, siete de ellas provenientes del PRO, incluyendo figuras destacadas como Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal.
El respaldo opositor, con el apoyo de fuerzas como la UCR y distintas fuerzas provinciales, alcanzó la mayoría necesaria, incluso considerando las abstenciones de la izquierda. Además, la colaboración de gobernadores como Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) facilitó aún más el camino para el gobierno. En cuanto a las estrategias por venir, Milei ha amenazado con vetar todo el proyecto, aunque la constitución establece que para confirmar un proyecto vetado se requiere una mayoría de dos tercios. La posibilidad de una consulta popular también está sobre la mesa, aunque por ahora no ha ganado tracción.
El panorama para el gobierno se complica aún más si se considera la necesidad de alinear a aliados que abandonaron la votación antes de su conclusión, como Ana Romero y la misma María Eugenia Vidal, quien había sugerido previamente una alternativa para aliviar el impacto fiscal del aumento jubilatorio.
Cabe señalar que Milei, a través de su cuenta de Twitter, hizo saber su posición respecto a la votación de la nueva fórmula para los haberes previsionales, lanzando críticas contundentes hacia los legisladores opositores involucrados. Reposteó un mensaje donde decía "Les voy a vetar todo, me importa tres carajos".