El Riesgo País ha alcanzado niveles preocupantes, superando los 1.500 puntos, en medio de un clima de incertidumbre política y económica que ha agudizado la desconfianza de los inversores. Este incremento brusco se atribuye principalmente a la aprobación de una polémica ley de movilidad jubilatoria en la Cámara de Diputados, la cual ha generado fuertes dudas sobre la estabilidad fiscal del país.
La sanción de esta ley ha sido interpretada por los inversores como una medida improvisada y poco sólida, que podría tener graves repercusiones en las ya debilitadas cuentas públicas. Esta percepción se ha traducido en una caída abrupta de los títulos públicos, con pérdidas que oscilan entre el 1% y el 2%.
El comportamiento de los mercados durante las primeras operaciones del día refleja la creciente desconfianza en la capacidad del gobierno para abordar los desafíos económicos del país. La situación se agrava aún más por la falta de claridad en otros aspectos clave, como la demora en el desembolso por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la falta de definición en cuanto al swap con China.
Estos factores, sumados a la falta de una estrategia económica coherente y transparente, han contribuido a agudizar la desconfianza de los inversores, quienes optan por alejarse del riesgo asociado a los activos argentinos.