El gobierno de Misiones denunció este sábado a los efectivos policiales y penitenciarios por "sedición", y además pidió que se restituyan los vehículos robados, presuntamente por quienes iniciaron la protesta en esta ciudad, en reclamo por mejoras salariales para el sector.
El Comité de Crisis, encabezado por el gobernador Hugo Passalacqua, se reunió este sábado para determinar los pasos a seguir tras haberse radicado la denuncia contra los integrantes de las fuerzas de seguridad.
Los integrantes de la policía provincial y del Servicio Penitenciario fueron denunciados por "sedición", luego de haber tomado este viernes las instalaciones del Comando Radioeléctrico Uno, ubicado en la zona céntrica de Posadas. Pero además se les imputan los delitos de
"robo y hurto calificado, incitación a la violencia, interrupción de comunicaciones y transporte", confirmó el ministro de Gobierno de Misiones, Marcelo Pérez.
En tanto, la justicia solicitó la devolución de los vehículos robados durante la protesta que aun continúa, entre ellos varios patrulleros y una autobomba. Efectivos de la Policía de Misiones defendieron el reclamo que realizaron en una sede de la Fuerza provincial y negaron que se haya tratado de un "acuartelamiento", al tiempo que pidieron que se abonen sueldos adeudados y se otorgue un aumento para recomponer el poder adquisitivo perdido en los últimos meses.
El suboficial Germán Palavecino, quien oficia como vocero de la mesa de enlace policial, descartó que haya un "acuartelamiento" de los uniformados y explicó que la protesta que llevan adelante es una
"medida para visibilizar la urgencia del sector". "Necesitamos una recomposición superior al 100 por ciento para alcanzar la canasta básica", sostuvo el efectivo en declaraciones a La Nación+, al referirse al reclamo detrás de la toma del Comando Radioeléctrico.
A última hora de este viernes se supo que las autoridades provinciales habían anunciado un aumento para los efectivos y los integrantes del Servicio Penitenciario, pero la misma fue rechazada ya que la consideraron insuficiente. Ante esta situación, el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, decidió enviar un contingente de 200 gendarmes a la provincia. Además, dispuso la creación de un Comité de Crisis, encabezado por la propia Bullrich y por el gobernador Passalacqua.