Según datos proporcionados por el INDEC, los salarios en Argentina experimentaron un aumento del 10,3% durante el mes de marzo, aunque nuevamente se vieron superados por la inflación, que alcanzó un 11% en el mismo período. Este incremento mensual se desglosa en un aumento del 10% en el sector privado registrado, un 11% en el sector público (en línea con la inflación) y un 9,7% en el sector privado no registrado.
Sin embargo, los datos interanuales revelan una situación aún más preocupante. El índice de salarios acumuló un aumento del 200,8% en comparación con el mismo período del año anterior, lo cual queda significativamente por debajo del aumento de la inflación acumulada en el mismo lapso, que alcanzó un 287,9%. Esto implica una pérdida considerable del poder adquisitivo de los trabajadores.
En diálogo con Ambito, el economista Nadin Argañaraz, del IARAF, ofreció un análisis detallado de la situación. Según sus cálculos, en el primer trimestre del año los salarios privados registrados experimentaron una caída real del 14%, mientras que los salarios públicos cayeron un 24,1%. En el caso de los trabajadores informales del sector privado, la caída fue aún más pronunciada, alcanzando un 39,6% respecto al mismo trimestre del año anterior.
A pesar de una ligera subida real en febrero, los salarios reales del sector privado registrado volvieron a descender en marzo. Sin embargo, Argañaraz señala que la disminución de la inflación a partir de abril abre la posibilidad de que los salarios reales dejen de caer y comiencen un proceso de recuperación, aunque desde niveles muy bajos.
Es importante destacar que, a pesar de estas perspectivas, los salarios reales del sector privado formal en marzo aún se encuentran un 30% por debajo del promedio de 2017, mientras que los salarios reales del sector público están un 38% por debajo de los niveles de ese mismo año.