
El
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) tiene previsto publicar hoy en la tarde los datos relativos a la incidencia de la pobreza y la indigencia durante la primera mitad del año 2023, así como el Índice de Salarios correspondiente a julio pasado.
En el segundo semestre del año pasado, el índice de pobreza afectó al 39,2% de la población económicamente activa, superando el 37,3% registrado en el mismo período de 2021.
Por otro lado, el índice de indigencia, que se refiere a la proporción de personas pobres cuyos ingresos no les permiten adquirir la cantidad mínima necesaria de alimentos para subsistir, se situó en el 8,1% entre julio y diciembre del año anterior, comparado con el 8,8% del mismo período en 2021.
Es importante mencionar que estos datos se divulgan en pleno contexto de campaña electoral, y lo mismo ocurrirá con la información sobre la inflación, que alcanzó un máximo histórico en agosto y se espera que continúe en cifras elevadas en los próximos meses.
Aunque se anticipa un aumento en la tasa de pobreza con los datos que se revelarán este miércoles a las 16 horas, es crucial tener en cuenta que este período no incluye consideraciones sobre la medicación, ni el impacto del pico inflacionario en agosto, ni la devaluación avalada por el Ministerio de Economía.
QUÉ ANTICIPAN LAS MEDICIONES PRIVADAS
Informes de fuentes privadas, como el del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), anticipan que casi cuatro de cada diez argentinos se encuentran en situación de pobreza, marcando el nivel más alto desde 2006.
El Observatorio estima que la pobreza habría alcanzado el 50% de la población sin los programas sociales implementados por el Estado.
A pesar de un incremento en la actividad económica en los centros urbanos y la caída del desempleo, los privados esperan una pobreza que roce el 40%, tres puntos más a comparación del 36,5% del primer semestre.
Según proyecciones del especialista Martín Rozada, director de la Maestría en Econometría de la Universidad Torcuato Di Tella, realizadas en base a los datos de la Encuesta Permanente de Hogares y los valores de la canasta básica, el índice alcanzará más específicamente el 40,1% de la población argentina.
Las estimaciones de Leopoldo Tornarolli, investigador del CEDLAS en materia de asuntos pobreza y desigualdad, oscilan en un número similar:
“Casi seguro por encima de 40% pero por debajo de 41%. Mi estimación (conservadora) sería 40.3%”.
El especialista, además, apuntó a la crisis económica y su impacto para la pobreza en el segundo semestre de 2023. “El efecto en la pobreza de devaluación y nueva aceleración de inflación recién lo conoceremos en diciembre”, señaló.
Desde 2015 a esta parte, la evolución de la pobreza muestra un marcado aumento: durante la gestión de Mauricio Macri, el número creció casi 10 puntos, llegando al 34,2% a comienzos de 2019 para volver a subir al 34,7% durante el inicio del Gobierno de Alberto Fernández.
Conforme a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) difundida por el organismo dirigido por Marco Lavagna en marzo de este año, la tasa de pobreza cerró la segunda mitad de 2022 en el 39,2%, afectando a 18.049.523 personas que viven en 4,4 millones de hogares. Además, la indigencia se situó en el 8,1%, afectando a 3.729.620 personas.