Tras conocerse la suba de la inflación en febrero, el INDEC informó que para ese mes una familia de cuatro personas necesitó ingresos por $ 177.063 para no caer por debajo de la línea de la pobreza y de $ 80.483 para no ser indigente.
La
Canasta Básica Alimentaria (CBA), aquella que separa el umbral de la indigencia, saltó 11,7% en febrero, número más alto del organismo estadístico para este dato en los últimos seis años.
En cuanto a la
Canasta Básica Total (CBT) - que incluye la CBA pero agrega bienes y servicios no alimentarios como vestimenta, transporte, educación, salud, entre otros, y separa la línea de la pobreza - subió 8,3% en febrero.
En el caso de familias de tres integrantes estos valores se ubicaron en los $140.963 y si fuesen cinco integrantes, $186.231. Estas mediciones se incrementaron un 111,3% de forma anual.
Así las cosas, un adulto necesitó en febrero $57.302 para no ser considerado pobre, mientras que requirió al menos $26.046 para no ser indigente. En el caso de una familia de tres miembros, necesitó $64.074 para no ser indigente y, de cinco, $84.651.
Esto sucedió en sintonía con el dato de inflación ya que el mes pasado se aceleró con fuerza por tercer mes consecutivo. En febrero se ubicó en el 6,6%, el nivel más alto desde agosto del 2022 cuando el IPC trepó hasta el 7% y muy por encima de lo proyectado por el mercado (+6,1%).
El ítem que más subió el mes pasado fue Alimentos y bebidas no alcohólicas que se disparó 9,8%, principalmente afectado por la fuerte alza de precios en los cortes de carnes y los productos lácteos.