31.12.2025 / REFORMA

El Gobierno prepara un nuevo decreto para endurecer la política migratoria

El Ejecutivo avanza con una nueva reforma del sistema migratorio para ampliar las facultades del organismo y reforzar los controles en el ingreso al país, en línea con los cambios ya introducidos este año por decreto.





En línea con el aliado estadounidense de Milei, el Gobierno nacional avanza en la redacción de un nuevo decreto para reformar la política migratoria con el objetivo de otorgarle más competencias a la Dirección Nacional de Migraciones, ahora bajo la órbita del Ministerio de Seguridad, y profundizar un esquema de control más estricto sobre el ingreso y la permanencia de extranjeros en la Argentina.

Según fuentes oficiales, la iniciativa busca complementar y corregir aspectos del DNU 366/2025, publicado en mayo, que modificó el régimen migratorio vigente para ampliar los controles sobre quienes ingresan al país, cruzar información con el sistema de asistencia social y habilitar mecanismos como la ciudadanía por inversión. Desde el Gobierno, trascendió que la idea es elaborar una reglamentación. 

En ese marco, el nuevo texto apunta a consolidar una política migratoria más restrictiva, con especial foco en personas provenientes de países considerados de “baja vigilancia”, y a reforzar el análisis de antecedentes de quienes soliciten ingresar a la Argentina. También se evalúa ampliar el listado de países cuyos ciudadanos deberán tramitar una visa, requisito que ya rige para varias naciones de Asia y África.

La reforma se apoya en los cambios recientes que redefinieron el rol de Migraciones, históricamente limitado a la gestión de residencias, ciudadanías y el control formal de ingresos. El DNU de mayo incorporó criterios más duros, como la deportación de extranjeros condenados por delitos, el pago de servicios de salud y educación, y la atención gratuita solo en casos de emergencia para quienes tengan una situación migratoria irregular.

Además, el Ejecutivo ya había avanzado en restringir el acceso a la ciudadanía argentina al exigir dos años de residencia continua en el país sin salidas al exterior, una línea que ahora se profundiza con el nuevo decreto en elaboración. “Quienes entren o permanezcan de forma irregular ya no van a ser recompensados con la ciudadanía, como ocurría hasta ahora”, sostuvo en su momento el vocero presidencial Manuel Adorni al justificar el rumbo de la reforma.