El Gobierno planea avanzar con un refuerzo de los controles psicológicos en las Fuerzas Armadas tras la muerte de dos soldados, una decisión que fue ratificada por altas fuentes del Ejecutivo y atribuida a una revisión integral de los mecanismos de evaluación y acompañamiento del personal, en especial de quienes cumplen tareas armadas en destinos sensibles bajo la órbita del presidente Javier Milei.
Según explicaron en la Casa Rosada, la medida no implicará reemplazar los exámenes vigentes sino profundizarlos, con instancias adicionales de seguimiento y detección temprana de situaciones de riesgo, luego del fallecimiento de un soldado que prestaba servicio de vigilancia en la Quinta de Olivos y de un suboficial del Ejército hallado sin vida en un cuartel de Monte Caseros, Corrientes, ambos casos actualmente bajo investigación judicial.
Al momento, Ejército, Armada y Fuerza Aérea cuentan con evaluaciones psicofísicas periódicas y obligatorias, que incluyen controles psicológicos y psiquiátricos, aunque en el Ministerio de Defensa analizan actualizar los criterios de aptitud para destinos de alta exigencia y reforzar la intervención de los servicios de sanidad militar.
En paralelo, el Ejecutivo evalúa la posibilidad de avanzar con una recomposición salarial pendiente para el personal castrense, aunque desde Nación aclararon que no hay fechas definidas y que cualquier ajuste deberá ser aprobado, primero, por el ministro de Economía, Luis Caputo.
La investigación judicial por las muertes sigue en curso en el Juzgado Federal de San Isidro, a cargo de Sandra Arroyo Salgado, que interviene en el caso del soldado fallecido en la Quinta de Olivos, mientras que el deceso del suboficial hallado sin vida en el cuartel de Monte Caseros, Corrientes, es investigado por la Justicia federal con intervención de Gendarmería, en ambos expedientes con el Gobierno