Un suboficial del Ejército Argentino fue encontrado sin vida durante la madrugada del miércoles en el cuartel militar de la ciudad correntina de Monte Caseros. La víctima fue identificada como Juan Javier Pereyra, de 48 años, y las circunstancias de su fallecimiento quedaron bajo investigación judicial.
Tras el hallazgo, intervino personal de Gendarmería Nacional, que inició las actuaciones correspondientes para determinar los motivos de la muerte y establecer si existió o no la participación de terceros. De acuerdo a las primeras informaciones, no se descartó ninguna hipótesis, incluida la posibilidad de que el propio suboficial haya atentado contra su vida.
Pereyra era oriundo de la localidad entrerriana de San Jaime de la Frontera y era una figura reconocida en el ámbito deportivo regional. Según consignaron medios locales, contaba con una destacada trayectoria como atleta, con participación en maratones y competencias de alcance regional, nacional e internacional, donde había obtenido diversos reconocimientos.
La noticia generó un fuerte impacto en Corrientes y volvió a encender alarmas en el ámbito de las fuerzas de seguridad, en un contexto marcado por otro episodio reciente que tomó relevancia pública. Se trató del caso del soldado formoseño Rodrigo Gómez, hallado sin vida el martes por la madrugada mientras cumplía funciones en la Quinta de Olivos.
Gómez, un granadero de 21 años asignado a la seguridad de la residencia presidencial, fue encontrado sin vida en uno de los puestos internos del predio. La principal hipótesis de la investigación indicó que el joven se habría quitado la vida con el arma reglamentaria, un hecho que profundizó la conmoción y reavivó el debate sobre las condiciones laborales y de contención dentro de las fuerzas armadas y de seguridad.