Javier Lanari quedó formalmente a cargo de la Secretaría de Comunicación y Prensa luego de que el Gobierno publicara el Decreto 871/2025 en el Boletín Oficial. La maniobra, concentra nuevamente las tareas de prensa bajo la Jefatura de Gabinete que conduce Manuel Adorni y que busca reforzar el control discursivo del Ejecutivo en medio de un escenario político de reorganización.
El decreto aceptó la renuncia de Lanari como subsecretario y dispuso su designación desde el 6 de diciembre, una decisión que el propio Adorni había adelantado durante la cena anual de ADEPA y que ahora ordena la estructura comunicacional libertaria, donde la vocería presidencial seguirá centralizada en el jefe de Gabinete pese al nombramiento.
La nueva Secretaría tendrá a su cargo la coordinación de mensajes oficiales, la relación con los medios y el diseño de lineamientos discursivos, una agenda que el Gobierno describe como estratégica en momentos en los que avanza con reformas de alto impacto político, económico y social, y que exige una mayor unificación de criterios hacia el interior del gabinete.
El cambio se inscribe además en la reconfiguración administrativa que el Ejecutivo viene desplegando mediante el Decreto 866/2025, que redefinió áreas, creó nuevas dependencias y colocó en posiciones clave a funcionarios como Daniel Scioli en Turismo y Ambiente o Guillermo Ignacio Devitt en Asuntos Estratégicos.
Con el ascenso de Lanari, la Casa Rosada refuerza un esquema de comunicación en el que busca sostener su narrativa de gestión y blindar la estrategia oficial frente a debates legislativos y tensiones públicas, una dinámica que Adorni sintetizó al anunciar el nombramiento: “Lanari es el flamante secretario de Comunicación y Prensa”.