El dólar mayorista retomó la senda alcista y se vendió a $1.439, un avance moderado pero suficiente para revertir la baja que había marcado en las últimas jornadas. En paralelo, el minorista del Banco Nación escaló a $1.460, ubicándose nuevamente por encima del blue, que permaneció estable en $1.450. El movimiento coincidió con la resaca financiera posterior a la colocación del Bonar 2029N, que permitió captar u$s1.000 millones, aunque dejó dudas por la tasa del 9,26%.
En la city porteña señalaron que el repunte respondió a intervenciones puntuales del Tesoro y del Banco Central para sostener la paridad, en un contexto donde la liquidación de divisas del sector privado continúa mostrando lentitud. Esa combinación mantuvo al mercado atento, pese a que la brecha con el blue se mantuvo contenida y sin sobresaltos.
El dólar tarjeta avanzó hasta $1.917,5 producto del recargo del 30% deducible del Impuesto a las Ganancias. En tanto, los dólares financieros mostraron movimientos moderados: el MEP subió 0,40% hasta $1.477,53 y el contado con liquidación operó en línea con la estabilidad generalizada que predominó en la jornada.
El tablero de monedas también dejó señales mixtas. El dólar cripto se ubicó en $1.505 con una suba del 0,10%, mientras que el euro oficial se mantuvo en $1.727,44 y su versión blue no mostró variaciones, en $1.686,93. La excepción fue el Bitcoin, que retrocedió 1,19% según la cotización de Binance, acoplándose a la corrección global del mercado cripto.
Aunque el frente cambiario se mantuvo bajo control, el clima financiero continúa condicionado por la lectura que hizo el mercado de la licitación del Tesoro y por la expectativa en torno al dato de inflación que llegará en las próximas horas. Cada variable suma tensión a una semana en la que el Gobierno intenta consolidar señales de estabilidad en el inicio de su regreso al financiamiento en dólares.