Los mercados financieros respondieron con cautela luego de la primera licitación de deuda en moneda extranjera en ocho años. La colocación del Bonar 2029N permitió captar u$s1.000 millones, pero la tasa anual del 9,26% volvió a encender señales de alerta entre los inversores, que esperaban un rendimiento más bajo. Esa incertidumbre se trasladó de inmediato a los ADRs y al S&P Merval, que exhibieron caídas significativas.
En Nueva York, los títulos soberanos marcaron bajas generalizadas: el Global 2030 retrocedió 0,3% y el Global 2038 lo hizo 0,2%. La presión también se sintió en los bonos ajustados por CER, que operaron de manera mixta. En paralelo, el riesgo país se mantuvo en torno a los 639 puntos básicos, después de haber tocado en noviembre su nivel más alto en tres meses.
La licitación, que había generado una fuerte expectativa por el retorno de Argentina al mercado voluntario de deuda, dejó un sabor agridulce. Si bien se recibieron ofertas por más de u$s1.400 millones de unos 2.500 inversores, la tasa obtenida abrió interrogantes sobre el costo del financiamiento y el margen de maniobra del Gobierno para afrontar los vencimientos de enero.
El impacto también se reflejó en la plaza local. El índice S&P Merval cayó 2,1% en pesos hasta los 2.950.599 puntos, mientras que su versión en dólares se ubicó 2,9% abajo, perforando nuevamente la barrera de los 2.000 puntos. Entre las acciones líderes, Aluar encabezó las pérdidas con un derrumbe del 5,3%, en contraste con Transener, que subió 1,5%.
En Wall Street, los ADRs argentinos acompañaron la tendencia negativa. Edenor retrocedió 3,8% y Transportadora de Gas del Sur lo hizo 3,4%, en un clima de marcada selectividad y atención sobre el dato de inflación que el INDEC difundirá este jueves.