En un operativo que reflejó la centralidad que el Gobierno pretende darle al vínculo con los grandes grupos económicos, Javier Milei llegó este miércoles a La Rural para clausurar, por segundo año consecutivo, el Encuentro de Líderes de El Cronista. El Presidente ingresó a un auditorio repleto, en un clima de expectativa que contrasta con las tensiones que atraviesa su gestión.
“Para mí es un placer estar acá. Veo a muchas personas a las que les tengo aprecio”, abrió Milei, en un mensaje que buscó suturar distancias y recuperar respaldo del sector empresario. No dejó pasar la oportunidad de destacar a Karina Milei, a quien calificó como la “gran artista del triunfo de La Libertad Avanza”, reafirmando su peso decisivo en la arquitectura política oficial.
Con el foco puesto en la coyuntura, el mandatario intentó ordenar la lectura económica en un contexto social cada vez más exigido. “Me parece pertinente hablar sobre economía. Estar mirando todo el tiempo de cambio real es muy precario intelectualmente”, sostuvo, en una crítica velada a analistas y mercados que advierten tensiones en el esquema cambiario.
El Presidente avanzó luego con un repaso de los puntos que marcarían su discurso, apuntando contra lo que considera diagnósticos incompletos o sesgados. “Me parece bastante arbitrario que solo se haga la cuenta con el Índice de Precios”, expresó, en una línea que busca relativizar el impacto del deterioro del poder adquisitivo y defender su programa económico.
El cierre, lejos de ofrecer definiciones nuevas, reforzó la narrativa oficial: un llamado al acompañamiento del establishment mientras crece el malestar social. Milei se retiró entre fuertes medidas de seguridad, decidido a blindar su hoja de ruta aunque las señales del mundo real le marquen otro compás.