Los
incendios forestales todavía arden en diferentes focos de la
Patagonia argentina y, con el saldo de un muerto, ya abarcan una superficie de más de 25.000 hectáreas. La responsabilidad de la ministra de Seguridad,
Patricia Bullrich, en medio del fuerte ajuste del Gobierno de Javier Milei que dificulta la tarea de los brigadistas y busca responsabilizar a grupos mapuches sin hacerse cargo de la falta de prevención y presupuesto para combatir el fuego.
Los incendios en
El Bolsón dejaron un muerto y la destrucción de 120 casas en un área que, sumada a todos los focos en las provincias de
Neuquén, Río Negro y Chubut, es equivalente a la superficie total de la Ciudad de Buenos Aires. El terreno comprometido ya es más de tres veces la superficie de bosques andino patagónicos afectada en el verano 2023/2024, cuando se perdieron 7.747 hectáreas.Una de las zonas más perjudicadas por las condiciones meteorológicas adversas es el Valle Magdalena del Parque Nacional Lanín, en Neuquén, donde más de 5.000 hectáreas de bosque han sido afectadas, en el parque de 216.000 hectáreas.
“
Todo indicaba un verano complicado”, planteó en declaraciones a la AFP Hernán Giardini, coordinador de la campaña Bosques de Greenpeace Argentina, quien explicó que desde hace meses se perfilaba una temporada con "muchos días de altas temperaturas y mucho viento", sumado a un período de sequía en la región por el fenómeno climático de La Niña. Algunos especialistas señalan que los focos podrían permanecer encendidos incluso hasta marzo o abril.
Los gobernadores de las provincias de Chubut,
Ignacio Torres, y de Río Negro,
Alberto Weretilneck, aseguraron que el origen de la mayoría de los incendios “fue intencional”. ¿Quién tiene la culpa?
Si bien todavía no se sabe quiénes iniciaron los focos intencionales de fuego, dos de los tres detenidos ya fueron liberados sin cargos por falta de pruebas en su contra. La persona restante deberá ir a una audiencia con participación de defensa pública. Pero ciertamente hay responsabilidad política en los focos de incendio, nacional y provincial.
Tal como destacó el medio
EcoNews en un informe abarcativo,
ante los incendios deben responder el Servicio Nacional de Manejo del Fuego que forma parte del Sistema Nacional del Manejo del Fuego (SNMF) y que, a su vez, está a cargo del Ministerio de Seguridad de la Nación
liderado por Patricia Bullrich;
y brigadistas provinciales que siguen los lineamientos y el presupuesto que les marca Nación.
En diciembre de 2024 el SNMF, que estaba a cargo de la Secretaría de Ambiente, pasó a la órbita de Bullrich en
el Ministerio de Seguridad que, según brigadistas, “poco tiene que ver” con los objetivos a los que apuntan el sistema y servicio de las brigadas. “Quieren que sea la Policía del fuego y centrarse en buscar responsables más que en prevenir y combatir incendios”, advierten.
Mientras tanto,
el presupuesto para combatir y prevenir incendios es casi nulo. Al todavía no haber presupuesto 2025 se prorroga el del 2024, en el que el SNMF percibió el 0,01% y de ese porcentaje, el año pasado Nación sólo ejecutó el 26,4%. Además, el Gobierno de Javier Milei disolvió los fondos fiduciarios de bosques nativos y emergencia, lo que significa menos incentivos para su conservación y menos recursos para cuidarlos en momentos como estos. Cabe recordar, además, que el mismo Presidente había anunciado en cadena nacional la modificación y/o derogación de la Ley de Manejo del Fuego, esto finalmente no sucedió y ningún artículode la Ley de Bases, ni del DNU 70/2023 modificó esa ley, pero tampoco se modificaron los recursos para el sector.
Lejos de hacerse cargo de su responsabilidad por el ajuste, el Gobierno apunta a unos pocos grupos mapuches radicalizados y a partir de las declaraciones de
Facundo Jones Huala se defendió: “Reivindico los sabotajes y los atentados incendiarios a la infraestructura del sistema capitalista, de las trasnacionales, de los terratenientes. Pero
nosotros jamás hemos atacado nuestro entorno ni a las personas. Dicen que andamos prendiendo fuego los bosques donde vive nuestra gente. Todas mentiras’’.
Así, el presupuesto para el SNMF permaneció casi congelado y
sin inversión es imposible que pueda brindar una respuesta rápida y efectiva ante el combate y control del fuego, porque se traduce en menos herramientas y capacitaciones para brigadistas, vehículos hidrantes, equipamiento y maquinaria. “En 2024 trabajamos con la mitad de la planta mínima.
Deberíamos ser 700 brigadistas en todo el país, pero apenas superamos los 400’’, aseguró el brigadista de Bariloche Ariel Dattoli en declaraciones a AM750.