La decisión del Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, de intervenir en el Enacom, refleja el fuerte rol que ha tenido para meterse de lleno en la negociación por el 5G. Es quede la renuncia de Guillermo Ferraro no fue simplemente una reacción a las filtraciones de sus comentarios en las reuniones de Gabinete, como algunos especulan. Según lo anticipado por LPO, su salida estuvo motivada por una intensa disputa de poder con Nicolás Posse, con el conflicto por el 5G y la gestión del fondo fiduciario de las telecomunicaciones como puntos críticos.
La importancia estratégica del sector de las telecomunicaciones, particularmente en lo que respecta al 5G y al manejo del Fondo Fiduciario del Servicio Universal, fue un punto álgido en la disputa entre ambos funcionarios.
Posse buscaba centralizar el control sobre las relaciones con las empresas del sector, dirigir el proceso de licitación del 5G y administrar el mencionado fondo fiduciario.
La influencia económica y política en juego en este sector es significativa, con gigantes como el Grupo Clarín y el magnate mexicano
Carlos Slim, propietario de Claro, ejerciendo un papel destacado. Además, se sabe que Slim respaldó activamente la campaña de Milei y está interesado en expandir sus inversiones en Argentina.
La
intervención del Enacom, anunciada recientemente por Posse, le otorga un control directo sobre este organismo, que ahora estará bajo la supervisión del secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Alejandro Cosentino, quien es cercano a Posse.
La rosca y su devenir le fue afable al Jefe de Gabinete cuyas últimas acciones del Gobierno les dan un paso importante en la consolidación de su poder sobre temas sensibles y de mucho ínteres como lo son las comunicaciones, marcando de esta forma, un cambio en el equilibrio de fuerzas dentro del Ejecutivo, subsumido también por las relaciones de fuerza provocadas por el macrismo en la cabeza de Luis "Toto" Caputo y Patricia Bullrich.