Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegará el próximo jueves a la Argentina para renegociar el acuerdo alcanzado con primero por el gobierno de Mauricio Macri y luego reconfigurado por la anterior gestión por el pago de una deuda estimada en alrededor de USD 45.000 millones.
¿Por qué viene en pleno enero una comitiva del Fondo a visitar por primera vez la Argentina libertaria de Milei? Porque el gobierno argentino considera, como expresó esta mañana el vocero presidencial
Manuel Adorni, que el entendimiento con el organismo internacional está
"virtualmente caído".
La comitiva estará integrada por dos importantes funcionarios del Departamento del Hemisferio Occidental y que actúan como supervisores del programa vigente con la Argentina,
Luis Cubeddu y el jefe de la misión argentina
Ashvin Ahuja, aseguró un portavoz del FMI este martes. También sería de la partida otro funcionario de línea técnica con contacto habitual con la contraparte sudamericana, como
Ben Kelmanson.
Los funcionarios del FMI serán recibidos por el jefe de Gabinete,
Nicolás Posse, y el ministro de Economía,
Luis "Toto" Caputo, un viejo conocido y no muy bien ponderado por el organismo multilateral.
Adorni dijo este martes -en su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno- que el objetivo de la visita es renegociar el acuerdo que el FMI suscribió con la anterior administración y que está "virtualmente caído" debido a que el país "no cumplió" las condiciones acordadas.
“Un equipo técnico del Fondo Monetario Internacional, encabezado por Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja, viajará a Buenos Aires el 4 de enero de 2024, con el objetivo de continuar las negociaciones sobre la séptima revisión del programa apoyado por el FMI. Nuestro objetivo sigue siendo apoyar los esfuerzos en curso para restablecer la estabilidad macroeconómica en beneficio de Argentina y su gente. También podemos confirmar que las autoridades han ejercido su derecho como miembro del FMI de agrupar las recompras que vencen en enero y abonarlas a finales de mes”, hicieron saber desde el FMI.
¿Sobre qué discutirán el FMI y la gestión de Milei?
Dólares, vencimientos y quién pide u ofrece más ajuste a los argentinos. Es que las conversaciones, en lo formal, girarán en torno al programa económico que presentó el gobierno libertario, que, en el plano fiscal, es mucho más drástico que lo que pretendía el organismo en cuando a ajuste que no pega en la "casta" sino directo en los sectores medios y bajos de ingresos.
Es que
el plan "Toto" Caputo ofrece 5,2 puntos de ajuste del PBI en comparación con el 1% del Producto de recorte que asomaba en el calendario original. Así las cosas, el FMI saludó las medidas iniciales del Poder Ejecutivo, entre ellos, el salto cambiario de 118% del miércoles 13 de diciembre, que pegó durísimo en la inflación que el organismo y el Gobierno dicen combatir.
En el Fondo esperan que Milei ponga en marcha un “plan de estabilización” integral posterior, se supone, para cortar la inercia inflacionaria que, según los cálculos más generosos de consultoras privadas, llevaría la inflación del primer trimestre a alrededor de 80 puntos.
En cuanto a las diferencias, hartamente salvables, entre la administración de Milei y el FMI se puede contar el pedido del organismo de que cuente el recorte violento que aplicó el Gobierno nacional cuente con apoyo político opositor. No es, claramente, el camino elegido por los libertarios, que van a muerte con un DNU que modifica o deroga más de 300 leyes y un proyecto de ley "ómnibus" que, entre otras cosas, otorga poderes extraordinarios al Presidente omitiendo al propio Congreso por dos años.
La prioridad, dicen desde el Gobierno, es reactivar los mecanismos de funcionamiento normal del programa, que empezó en marzo de 2022, fue renegociado entre abril y agosto pasado.
Buscan, según explican, reactivar los mecanismos de funcionamiento normal del programa Extended Fund Facility (EFF), que empezó en marzo de 2022, sufrió modificaciones a lo largo del camino, que fue renegociado entre abril y agosto pasado y que argumentan que tuvo una considerable cantidad de incumplimientos por parte del Poder Ejecutivo respecto a las metas fiscales y de acumulación de reservas.
Esos mecanismos implican revisiones trimestrales técnicas para verificar si el país alcanzó las metas de cada instancia, la habilitación de desembolsos y el repago, con esos fondos, del calendario de vencimientos, que corresponde al programa anterior, el Stand By de 2018.
En agosto se llegó a un acuerdo por la quinta y sexta revisión juntas (es decir, las que correspondían a junio y a septiembre de 2023) y el FMI envió USD 7.500 millones antes de las elecciones presidenciales. Desde ese momento no hubo más revisiones técnicas ni envíos de dólares desde el organismo.
El problema de esa parálisis es que quedó un desembolso pendiente de envío, que se estimaba en USD 2.500 millones (lo que debería ser habilitado con un acuerdo por la séptima revisión que encararán Caputo y Posse), con una serie de vencimientos de deuda porvenir.
En enero, sin ir más lejos, caen cerca de USD 2.000 millones que serán postergados hasta fin de mes. Ya en diciembre el Gobierno había acudido a un préstamo de la CAF, un banco regional, para abonar USD 920 millones de obligaciones de pago.
Así, el 2024 tiene en total vencimientos con el FMI por alrededor de USD 7.700 millones, con especial peso en enero y abril, cuando aparecen casi USD 2.000 millones en cada mes. Si logra sortear esos tiempos, para fin de año el Gobierno habría terminado de pagar casi por completo el préstamo récord de Macri en 2018.
Sin embargo, el problema es que los desembolsos desde Washington previstos para este año son mucho menores que los vencimientos: USD 3.200 millones entre marzo, junio y septiembre. Por eso es que de uno u otro modo Caputo tiene que "sacarle" dólares al FMI o a alguien.
En el Palacio de Hacienda aseguran que la discusión se moverá en las fronteras que impone el acuerdo EFF actual y que no habría un programa financiero nuevo. Y además aseguran que si hubiese desembolsos nuevos, no tendrán como finalidad financiar al Tesoro sino solamente como refuerzo de reservas.
La pregunta es si Caputo podrá para “patear” vencimientos de este año para más adelante. Con Macri lo intentó, y terminó eyectado. En 2025 y 2026 habrá menos obligaciones de pago al FMI (USD 3.000 millones y USD 4.100 millones, respectivamente), y la curva recién se empieza a empinar con fuerza a partir de 2028, ya en pleno repago del EFF.
En la víspera del año nuevo, el Banco Central emitió un informe de objetivos para 2024 en el que afirmó que "se ha progresado rápidamente en el dialogo formal con los organismos internacionales, incluyendo el Fondo Monetario Internacional".
Según el Banco Central, un "objetivo central es despejar la incertidumbre en torno a los desembolsos pactados con vistas a atender los futuros vencimientos de capital".
Esa incertidumbre, continua el documento que está publicado en la página web del BCRA, "responde a la obligación que enfrenta la Argentina de iniciar el proceso formal de solicitud de una dispensa (waiver) por el incumplimiento de las metas acordadas en agosto de este mismo año", precisó la entidad que preside Santiago Bausili.
Adicionalmente, señaló que "el Gobierno hará los esfuerzos necesarios para restablecer la vigencia del acuerdo firmado con el FMI y llevará a cabo negociaciones adicionales que considere contribuyan a mejorar las condiciones de financiamiento vigentes".
En el tradicional contacto con la prensa, Adorni no dio detalles sobre qué aspectos se pondrán sobre la mesa de negociaciones que se abrirá en los próximos días entre el FMI y el gobierno de Javier Milei, que asumió el 10 de diciembre pasado.
Días atrás, el ministro Caputo negó que se haya acordado la llegada de fondos frescos provenientes del FMI. También ratificó el cumplimiento de los compromisos de deuda, en el marco del acuerdo pactado por la gestión anterior.