En declaraciones al programa
Y Arriba Quemando el Sol, de Radio Rebelde, el exministro Pablo Avelluto se refirió a la expulsión de Edgardo Kueider del Senado y opinó sobre la actualidad del PRO, que lo consideró como una fuerza "oficialista" dado el respaldo continuo a las iniciativas de Javier Milei.
"El hecho que este hombre (Kueider) transportara más de 200 mil dólares a través de la frontera, cuando es algo que está prohibido hacer y además no diera explicaciones acerca de por qué lo hacía, es un motivo más que suficiente para determinar su expulsión del cuerpo", afirmó el ex funcionario macrista.
En esa linea, opinó sobre el conflicto entre Milei y Villarruel por presidir la sesión: "Mi sensación es que es una estratagema para trasladar el conflicto a otro lugar. Nada hubiera cambiado presidiera quien presidiera esa sesión y si la presidió la vicepresidenta sin estar en condiciones de hacerlo, es algo que sí debería dirimirse en términos políticos en la relación entre el presidente y su vicepresidenta, que evidentemente no es de las mejores".
Y remató: "Me niego a quienes acompañan a aquellos que creen que uno de los miembros de esa pareja es mejor o peor que el otro.
Para mí son ambos igualmente malos, sabían con quién se estaban asociando para su proyecto político y no creo que corresponda determinar si hay un victimario y una víctima".
"Me parecen dos autoritarios probablemente diferentes, pero que tienen un punto común que para mí es el punto más importante y el más preocupante de todos estos proyectos ultraconservadores y de extrema derecha que han aparecido en el mundo, que es lo que ellos llaman la batalla cultural. En ese punto, Milei y Villarroel son exactamente lo mismo, como Trump, Orban, Bolsonaro y Vox representan también exactamente lo mismo que Milei. Es decir, no me parece que sea interesante centrarme en las diferencias porque lo que tienen en común es muchísimo más", analizó.
Por otro lado, se refirió a la situación del PRO y su alianza con LLA: "Mi percepción es que el PRO perdió definitivamente su identidad y su rumbo al tomar esa decisión. Todo lo que vino después no hizo más que debilitar su diferencial, que yo creo que lo tuvo en el pasado, pero que hoy me cuesta encontrar en el presente. ¿Dónde termina el PRO y dónde empieza La Libertad Avanza? Es un enigma, no está tan claro".
"A Milei no se le ha puesto un solo límite desde el PRO a lo largo de todo lo que lleva de su mandato. Entonces, mi percepción es que el PRO quedó atrapado en una profunda crisis de identidad, porque aunque hoy se defina como opositor, ha actuado como un verdadero oficialismo. Sin dudas la Libertad Avanza no hubiera obtenido la sanción de las leyes que obtuvo sin la colaboración de los representantes del PRO.", concluyó.