En el marco de la celebración de San Cayetano, los movimientos sociales junto a la CGT y las dos CTA se congregaron en Plaza de Mayo para pronunciarse contra la política social de Javier Milei y pedir por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo.
El grueso de manifestantes -se calcula que alrededor de 40 mil- lo aportaron los movimientos sociales agrupados en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que conduce el dirigente del Movimiento Evita Alejandro “Peluca” Gramajo, mano derecha de Emilio Pérsico en Desarrollo Social hasta diciembre pasado.
La organizaciones de izquierda también sumaron volumen y estuvieron presentes, pero -con la excepción de Silvia Saravia de Libres del Sur- permanecieron lejos del escenario montado al pie de la Pirámide de Mayo.
La participación de la CGT fue más acotada, pero dos de los co-secretarios -el más dialoguista Héctor Daer y el más combativo Pablo Moyano- estuvieron entre la veintena de dirigentes que se sumaron al palco. Funcionarios de Axel Kicillof también estuvieron presente, tales como Andrés Larroque y Carlos Bianco. El segundo cruzó de la calle al palacio para reunirse en Casa Rosada con el jefe de gabinete Guillermo Francos. El presidente Javier Milei permaneció todo el día en Olivos.
“Nos están empujando a la peor crisis humanitaria que hayamos vivido en la Argentina. Hay que sostener la unidad para volver a ser gobierno y construir con el centro en el pueblo humilde y trabajador. Frente a este momento tan crítico creemos que esta batalla la vamos a ganar con la fuerza de la unidad, de la solidaridad. Tuvieron que salir a explicar por qué tenían comida en los galpones”, manifestó desde el escenario Gramajo, el último orador de la tarde.
Tras la orden del juez Casanello, Capital Humano firmó convenios con los ministros provinciales para repartir los alimentos, pero 3 toneladas de yerba -cuya calidad es objetada por las autoridades- siguen en los depósitos ministeriales.
La falta de provisión a comedores y merenderos populares fue otro de los ejes que reclamaron los dirigentes sociales arriba y abajo del escenario. "Hay un 20 por ciento de argentinos que no comen. Es una inmoralidad el nivel de pobreza e indigencia", declaró Juan Grabois cerca del mediodía mientras caminaba desde el santuario en Liniers.
Cuando llegó a Plaza de Mayo permaneció en un palco que lo separaba de los manifestantes junto a los referentes de las organizaciones que conformaron el denominado triunvirato de San Cayetano, germen de la CTEP, primero; y de la UTEP, luego: Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie y Pérsico, del Evita.
"Crecen la pobreza, el desempleo y se profundiza el derrumbe del consumo. Todo esto es producto de las políticas de ajuste, devaluación y liberación de precios por parte de Milei, Caputo y su equipo económico", diagnosticó Menéndez, hoy funcionario bonaerense.
Uno de los máximo líderes de las organizaciones nucleadas en la UTEP señaló que los movimientos vuelven a nutrirse de las decenas de miles de desocupados. También adelantan que si no hay respuestas de Sandra Pettovello habrá nuevas movilizaciones a las puertas de los supermercados.
Las dos CTA también acompañaron la movilización. Daniel Catalano de la seccional ATE Capital reclamó por los militantes presos desde la marcha por la Ley de Bases. "La persecución judicial no va a ser un freno. Vamos a liberar a los dos presos políticos y estamos construyendo un marco para que Milagro Sala recupere la libertad", sostuvo. Un rato antes el secretario general de la CTA Hugo "Cachorro" Godoy calificó al Presidente como un "déspota" que quiere gobernar por decreto para favorecer a grandes grupos económicos. Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo y el Nobel Adolfo Pérez Esquivel fueron otros de los clamaron por unidad.