En medio de la gira "This is Not A Drill", el reconocido músico británico, Roger Waters, ha enfrentado contratiempos en su llegada a Buenos Aires y Montevideo. La cancelación de su reserva en el Hotel Faena y la posterior caída de una reserva en el Hotel Alvear, sumadas a un mensaje del Comité Israelí en Uruguay, han llevado al artista a establecerse en San Pablo antes de dirigirse a las ciudades donde se llevarán a cabo sus presentaciones.
En una expresión de su frustración, Waters declaró:
"Estoy furioso". La situación, revelada el viernes pasado, pone de manifiesto un contexto que sugiere intentos de silenciar al músico por sus posturas en defensa de los derechos humanos.
A pesar de los contratiempos, Waters continúa comprometido con sus presentaciones en Buenos Aires, programadas para el martes 21 y miércoles 22 en River Plate. Además, se había planeado un encuentro con José Mujica en Uruguay para el jueves por la noche. Este episodio resalta la tensión y la controversia que a veces rodean a figuras públicas comprometidas con causas sociales y políticas, demostrando que, en ocasiones, su voz puede ser objeto de intentos por parte de diversos sectores para limitar su presencia y expresión en determinados espacios.
En su presentación en Buenos Aires, se escucharon cánticos contra Javier Milei y la Dictadura.