En el cierre del debate presidencial entre Sergio Massa y Javier Milei, ambos candidatos expresaron visiones opuestas sobre el futuro de Argentina y apelaron a los votantes con enfoques distintos.
El tigrense cerró el debate con un discurso dialoguista donde enfatizó que "Argentina debe enterrar definitivamente la grieta, ir a un acuerdo de diez políticas de Estado, con diálogo y consenso que le dé estabilidad a largo plazo". También aseguró: "Entiendo que hay algunos que ni siquiera no me votan convencidos, solo como vehículo para no elegir un camino que es violencia, odio y daño. Decirles que voy a trabajar para que no sientan que tiraron su voto y ganar su confianza".
Asimismo,
enfocó su intervención en la necesidad de superar la polarización política, proponiendo un acuerdo de diez políticas de Estado con diálogo y consenso para brindar estabilidad a largo plazo. El candidato de Unión por la Patria hizo un llamado a aquellos que podrían votar por él sin convicción, sugiriendo que algunos lo eligen como un medio para evitar un camino marcado por "violencia, odio y daño". Massa cerró su participación con una promesa de trabajar para ganar la confianza de quienes lo elijan de esa manera.
Por otro lado,
Milei destacó la importancia histórica de la elección, describiéndola como la más significativa de los últimos 100 años y particularmente crucial en estos 40 años de democracia. El candidato libertario instó a los votantes a reflexionar sobre sus preferencias entre inflación y estabilidad, decadencia en producción y empleo versus crecimiento económico, y la elección entre el populismo y la república. Milei hizo un llamado a votar sin miedo, argumentando que el temor beneficia al statu quo y perpetúa la empobrecimiento del país.