En el marco entorno político cada vez más polarizado entre Javier Milei y Sergio Massa, la desinformación propiciada por algunos espacios libertarios se ha convertido en un desafío importante en las campañas electorales. En un análisis reciente, el analista de datos Luciano Galup expuso varios ejemplos de noticias falsas difundidas por el candidato libertario y su espacio político en un lapso de menos de 24 horas. Estos incidentes resaltan la tendencia de la derecha global a recurrir a la desinformación y a menudo mostrar poco respeto por las reglas democráticas.
En primer lugar, tenemos una falsa declaración de
Duki en Clarín. Uno de los responsables audiovisuales de Milei compartió una declaración falsa de Duki en el diario Clarín. Este incidente cuestiona la veracidad de las fuentes utilizadas en la campaña del candidato y plantea dudas sobre la integridad informativa, particularmente intentando apuntar al público joven y tomando distancia de las expresiones de Wos contra el candidato libertario.
Luego sigue una imagen falsa de una
marcha en Casa Rosada.:Cabe señalar que la imagen no corresponde a eventos recientes, sino que se remonta al 27F.
En tercer lugar, el propio candidato Milei compartió una noticia falsa desde una cuenta que se hizo pasar por un medio de comunicación.
El medio en cuestión, IP, denunció esta situación, planteando interrogantes sobre la precisión de la información compartida por el candidato libertario.
Finalmente, se muestra una falsificación de la identidad visual de LN+ para un texto falso: Se ha detectado una falsificación de la
identidad visual del canal LN+ para divulgar un texto falso. Esta acción genera preocupaciones sobre la ética en la comunicación política y resalta la importancia de verificar la autenticidad de las fuentes y la información.
Tales ejemplos insisten en la necesidad de contar con herramientas para evitar este tipo de instancias en las campañas electorales Es que la desinformación y la proliferación de noticias falsas plantean un desafío para el sistema democrático, que se ve comprometido cuando la información inexacta se convierte en una herramienta política.